martes, diciembre 23, 2008

Los músicos trabajamos poco




Día 20 de Diciembre de 2008. Concierto de Tejedor en la Casa de Cultura de Avilés. Todo real como la vida misma, pero no se debe de tomar muy en serio.
  • 11:00 - Oviedo. Salgo de casa en dirección a Avilés con parada previa en Musical Marcos de Oviedo para hacer reaprovisionamiento de cuerdas. 17 euros en cuerdas, una vez más la tienda se queda sin cuerdas del 0.18 entorchado (los bouzoukistas somos terribles)
  • 12:00 - Avilés. Se supone que tenemos la posibilidad de dejar el coche en el aparcamiento de la Casa de Cultura. El edificio está en medio de una zona peatonal. A pesar de que trabajo en la ciudad, no tengo muy claro cómo llegar hasta allí en coche y opto por aparcar fuera.
  • 12:25 - Llego a la casa de cultura para hacer un ensayo preliminar. A pesar de llegar 25 minutos tarde parece que soy el primero. Los que llegaron antes se han ido a tomar un café.
  • 12:45 - Pequeño ensayo con Rubén (guitarra), Juanjo (bodhran), Horacio (contrabajo), Niall Vallely (concertina), Eva y José Tejedor. José descubre que Rubén sufre tonaditis (enfermedad que cubriremos decentemente en una próxima entrega de Folk Bizarro). Niall sigue siendo igual de tranquilo y reservado que siempre (y sigue tocando como un verdadero animal).
  • 12:50 - Hay que sacar los coches de la casa de cultura. Parece que hice bien aparcando fuera.
  • 13:50 - Comida ligera tradicional asturiana: Fabes con almejas, pote asturiano, longaniza y postre. Nada como un aperitivo para enfrentarse a una tarde completita... El contingente vasco (Jon Garmendia, Iñaki Plaza, Kepa (el batería) y Urko (cámara) llega oportunamente justo cuando vamos a empezar.
  • 14:00 - En un alarde de dominio del inglés, consigo explicarle el concepto de tonaditis a Niall Vallely. Todo un logro. (El resto del mundo deberá esperar a que publiquemos el estudio correspondiente)
  • 14:05 - Juanjo me recuerda que he perdido una oportunidad perfecta para grabar un par de vídeos para Folk Bizarro por haberme dejado las máscaras de lucha libre en casa. No será porque nos faltan ideas frikis...
  • 14:15 - Se oye el primer comentario que divide la mesa en músicos y baterías... todo con mucho recochineo.
  • 15:30 - Supuestamente es la hora de inicio del montaje de batería. Estamos empezando los postres y planteándonos la posibilidad de posponer el concierto por empacho colectivo.
  • 15:40 - La comida estaba buenísima. O eso creo, pues llevo varios días con un resfriado decente que no me permite reconocer casi ningún sabor. Como Vallely ya no puede con el postre me libro de tener que explicarle por qué el brazo de gitano se llama así. (Ya se lo tuve que explicar a los Red Hot Chilli Pipers, por lo que tengo cierta experiencia)
  • 16:00 - Casa de cultura. Montaje de escenario. A partir de aquí entramos en un cierto relativismo temporal de esos que ocurren cuando pasas muchas horas en el mismo sitio y pierdes la noción del tiempo.
  • Hay un cable en el suelo con el que estoy predestinado a tropezar por sistema. La quinta vez que me engancho con él dejo de contar, pero probablemente estuve a punto de cargármelo unas 12 veces.
  • Cuando me toca probar sonido ya llevo tanto tiempo en el mismo sitio que se me olvida hacer mi habitual interpretación del tema de McGyver.
  • Las butacas del auditorio de la casa de cultura son lo suficientemente cómodas como para echar una cabezada. Una pena que haya tanta gente tocando diversos instrumentos y metiendo ruido.
  • Q+HATZ traen unos tubos musicales estilo Blue Man Group chulísimos (ver el vídeo), pero que ocupan montones de espacio. Rubén, que está delante de ellos, probablemente se pasa la tarde temiendo que salga de ellos algún proyectil e impacte en su parte posterior (vulgo culo).
  • En la prueba de sonido de la gaita sigue habiendo problemas con la tonaditis de Rubén.
  • Llega Guadi Galego a probar sonido, menuda voz.
  • Final de la prueba de sonido 19:40. Toma ya.
  • La TPA entrevista a Jose Tejedor. Le confieso a Kepa (no Junkera, el batería de Q+HATZ, el otro no está) que a esas alturas de la tarde tengo vedaderos impulsos de pasar por detras de Jose haciendo el mono y chafar la grabación. Afortunadamente, logro contenerme.
  • Catering en camerinos. A pesar de la pedazo de comida de mediodía, tenemos apetito suficiente para comer algo más.
  • El padre de los Tejedor hace unos frixuelos extraordinarios. O eso me dicen. Sigo sin ser capaz de saborearlos. Así todo como unos pocos. La textura es excelente.
  • Después 5 o 6 botellas abiertas con mecheros, mesas y demás, Niall Vallely entra tranquilamente en la zona de catering, coge una cerveza y la abre con el abrebotellas que está colgado con una cuertdita de la nevera y que ninguno de los que andamos por ahí hemos visto antes.
  • 20:30 - Inicio del concierto. Justo ocho horas después de llegar a la casa de cultura de Avilés.
  • En las presentaciones Jose se salta un tema.
  • Setestrelo, el tema de Berrogüetto que hacemos con Guadi Galego, sale muy bien, a pesar de ser solo la segunda vez de tocarlo todos juntos (la primera fue en la prueba de sonido).
  • Los tubos de Q+HATZ molan. Sin embargo, nada sale disparado de ellos, para alivio de Rubén. Contaba con grabar el solo que tocan con mi cámara de vídeo, pero la dejo en el camerino y estoy demasiado hecho polvo para bajar a buscarla en ese momento.
  • Como siempre, Rubén y yo nos pasamos las presentaciones haciendo el mismo riff con la guitarra y el bouzouki. Con 25 personas en el escenario para el final, se me hace eterno...
  • Al final del concierto me doy cuenta de lo absolutamente hecho polvo que estoy. Puede que sea por el resfriado. Puede que sea por el largo concierto. Puede que sea por todas las horas que llevamos por ahí. Puede que sea porque se me juntó en concierto con el fin de trimestre en el colegio en el que trabajo. O puede que sea porque los músicos, al fin y al cabo, trabajamos de vez en cuando.
  • El camino hasta el coche se me hace eterno a pesar de no estar muy lejos, por lo que prescindo de ir a tomar algo después y me voy directamente para casa.
  • 23:35 - Han pasado 12 horas y media desde que salí de casa. No está mal para un concierto de algo más de hora y media. Qué bien se está en la cama.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

home! visto así (perdón, leído así), es realmente agotador. 12 horas y media pa un concierto, menos mal que no es todos los días. Saludos.

Anónimo dijo...

Asi que arrasando cuerdas 018 eh!!! No acapares leches, y pásame alguna, que en Cantabria tampoco las encuentru.

Jorge